EspnNcaa
Ángel Castellanos, futbolista que hizo la mayor parte de su carrera en el Valencia de los años 70 y 80, ha muerto este 2 de enero en Granada a los 71 años de edad. Castellanos había sido nombrado presidente de honor del Granada en julio de 2017 como reconocimiento a los valores deportivos y humanos de los que hizo gala en sus diferentes etapas en el club en las décadas de los 70 y 80, antes y después de pasar por el Valencia.
El legendario mediocentro nacido en Miguelturra (Ciudad Real) perteneció a una inolvidable generación de futbolistas del Valencia, club con el que ganó la Copa (1979), Recopa (1980) y Supercopa de Europa -el equipo blanquinegro fue el primer club español en ganar esta competición- Castellanos defendió la camiseta del Valencia entre 1976 y 1986, una década en la que disputó 362 partidos oficiales, en los que anotó 22 goles a pesar de no prodigarse mucho ofensivamente. Fue uno de los que convirtió uno de los penaltis en aquella final de 1980 en Heysel.
Diagnosticado con Alzhéimer desde hacía unos años, Castellanos se convirtió en una de las estampas más entrañables de la celebración del centenario del Valencia en 2019, en el partido de leyendas. Acompañado por Botubot -uno de los últimos excompañeros que fue a visitarlo a Granada hace unas semanas- el eterno seis valencianista pisó por última vez el césped de Mestalla para integrarse con el resto de compañeros, en una foto inolvidable.
Tras destacar en el equipo de su pueblo, Castellanos pasó por el Sabadell y el Granada antes de fichar por el Valencia. Fue el secretario técnico Pasieguito el que vio en el barbudo futbolista un complemento perfecto para un equipo al que llegaron también Kempes, Carrete, Botubot o Diarte, con Ramos Costa como presidente.
En realidad, Castellanos empezó jugando como central, pero fueron su fortaleza y resistencia física -cuidaba mucho la alimentación y el trabajo diario incluso en vacaciones- las que le llevaron a adelantar su posición para convertirse en escudero de centrocampistas de mucha calidad como Bonhoff, Solsona o Saura. Castellanos era inconfundible por su barba y por su trabajo táctico silencioso, que lo convirtió en un tipo muy querido dentro y fuera del césped. Su última temporada en Mestalla fue la del descenso a Segunda, aunque nadie le quitará haber formado parte de un Valencia mítico.
