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Trece enfrentamientos ya entre Barcelona y Real Madrid y el mismo resultado siempre: victoria azulgrana. Esta vez, con el estadio de Butarque como escenario de juego y la semifinal de la Supercopa de Espaa como decorado, las azulgrana firmaron una nueva goleada (4-0) que deja a las claras los dos caras de una rivalidad que podra ser, pero que a da de hoy dista mucho de ser.
El Real Madrid sali con intencin de competir de t a t al todopoderoso Barcelona, pero la realidad es que el partido fue un monlogo del Barcelona prcticamente desde el pitido inicial. Apenas necesit el conjunto dirigido por Girldez cinco minutos para embotellar al rival en su campo, 12 para estrenar el marcador y 15 para encarrilar la victoria. El primer gol llev la firma de Mariona, la ms lista de la clase, que aprovech un baln muerto tras un saque de esquina y una puja entre Engen y Siri, para meter el esfrico en la jaula. El segundo lleg en una jugada de tiralneas en la que Batlle asisti a Salma que, zafndose de su marca con un giro parcial de cadera, defini con un toque sutil con la zurda.
Heridas en su orgullo, las blancas se revolvieron cual animal herido y estuvieron cerca de recortar distancias de no ser por Engen. La noruega, ampliando repertorio en su descubrimiento como central, sac bajo palos un disparo a bocajarro de Olga desde el interior del rea. Despus fue Cata quien tuvo que besar el csped para salvar un remate in extremis de Feller tras centro lateral de Athenea.
Pero las grandes ocasiones fueron de un Barcelona, un equipo capaz de generar espacios en una baldosa y cambiar el ritmo con la precisin de un frmula 1. Mariona y Salma focalizaron el arsenal ofensivo de su equipo. Precisamente la balear anot el tercero desde el punto de penalti, una pena mxima cometida sobre ella misma -por Ivana- y que fue pitada tras la consulta con el VAR. Y Batlle, que hablando de vlidos, es uno de excelsa calidad, se qued con la miel en los labios en el umbral del descanso al estrellar un baln en el larguero.
Toril movi el banquillo en el entreacto dando entrada a Mller y sentando a Caicedo, una permuta que no cambi un pice la historia de un partido del que slo quedaba contar el nmero de goles que marcara el Barcelona. Las azulgrana aumentaron la renta en los primeros minutos de la reanudacin en un centro desde la diestra de Hansen que se pase por el rea hasta que Salma la enganch para batir a Misa.
La comodidad del resultado -y del juego- hizo que Girldez pudiera oxigenar a su equipo activando la rotacin desde el banquillo. Guijarro marcara a falta de diez minutos para el final, pero el VAR lo anul por fuera de juego. Fue el final de una historia que tuvo el mismo desenlace que siempre.
