EspnNcaa
Real Madrid y Barcelona se necesitan. Lo reconozcan o no, dirigentes, jugadores, tcnicos y aficionados estn pendientes de todo lo que hace el gran rival. Es ley de vida. En cierta manera se retroalimentan. Las desgracias de uno, significan alegra para el otro y viceversa. No hay ms. Se ven las caras en la final de la Supercopa un ao despus. Uno y otro llegan por caminos divergentes, alejados, tanto como los siete puntos que le separan en Liga, pero sobre todo transmitiendo sensaciones ms distantes de esa cifra de puntos.
El Real Madrid es todo felicidad. Una sola derrota en toda la campaa, liderato en el campeonato domstico, pleno en Champions, Bellingham apuntando a crack y formalizando algo histrico con Florentino Prez en la presidencia, que no es otra cosa que renovar al tcnico en plena temporada. Carlo Ancelotti ha logrado poner a todo el mundo de acuerdo. Tanto es as, que los que le vean fuera del banquillo madridista ahora se esconden ante un contrato que terminar el muy lejano 30 de junio de 2026.
Superando problemas
Ni las lesiones frenan al equipo blanco. El tcnico ha logrado tener a todos sus jugadores metidos en faena. No hay garbanzos negros con los que no se cuenta y la consecuencia es beneficiosa para el grupo. Todos aportan y creen en lo que hacen, algo que resulta evidente en cada partido, en cada compromiso del Real Madrid. Ante el Atltico estaba perdido, pero aparecieron los menos habituales para dar la vuelta al partido y llegar hasta la final.
El club es como el vestuario. Funciona como un reloj. Hay una estrategia detrs de cada decisin. A la hora de fichar no lo hacen a demanda de aficionados o periodistas y s por creer en un proyecto y en mantener la estabilidad econmica del club. Las decisiones no responden a caprichos o necesidades transitorias y s a un firme convencimiento en lo que se est haciendo.
En el ftbol el favoritismo es efmero, ya que una mala decisin o una buena jugada del rival, puede hacer cambiar todo, pero la realidad es que este Madrid ha logrado una solidez fuera de toda duda. Como dijo Ancelotti tras ganar a los de Simeone: “Los grandes ttulos, los ganan las plantillas”, tras ser preguntado por el rendimiento de la segunda lnea.
Un mar de dudas
El Barcelona, por el contrario, llega inmerso en un mar de dudas. Deportivas, sociales y econmicas. El xito liguero de la pasada temporada poco ha durado y la estabilidad que transmite el Real Madrid hacia Ancelotti, no la transmiten en Barcelona hacia Xavi Hernndez. El equipo no termina de arrancar y lo demuestra el hecho de que De Jong hable de buen momento por haber logrado dos victorias consecutivas, detalle que refleja a la perfeccin en momento anmico del Barcelona, algo que qued reflejado tras la derrota en el ltimo Clsico.
El juego del equipo no convence y hay futbolistas muy lejos de demostrar nivel competitivo. Cierto es que la victoria ante Osasuna le permite seguir con vida, situacin que todava mantiene en Liga y Champions, pero todo da sensacin de pender de un hilo.
En lo social, el caso Negreira sigue dejando episodios diarios de una situacin que hace dao al ftbol espaol y que pone en cuestin al propio Barcelona. Laporta busca, adems, soluciones econmicas a acuerdos con empresas que han dado la espalda y que no han dejado el dinero esperado en las arcas azulgranas.
Lo bueno del ftbol es que en la final del domingo, uno y otro empezarn en idnticas condiciones. Doce meses atrs, el Barcelona llegaba en clara trayectoria ascendente y el triunfo del Real Madrid as lo certific, mientras los blancos arrancaban el ao dejndose Supercopa y Liga en el camino. Hoy todo es diferente, pero cuando Martnez Munuera pite el inicio del partido, la lucha se iniciar, de igual igual, como en todos los clsicos.
