EspnNcaa
Sergio Ramos peda muy enfadado “respeto”. Normal. Pese a las pasiones que se desatan en el ftbol, no quiero ni pensar que a cualquiera de nosotros nos estuviesen insultando casi en la cara mientras estamos trabajando. Una cosa es durante el encuentro, escudados en la masa, entre murmullos pocas veces audibles, y con los nervios a flor de piel, donde la educacin igualmente brilla por su ausenci
a. Es algo social, aceptado a regaadientes y poco podemos hacer para detenerlo. Otra cosa es sealar con el dedo.
Insultar sin escudo. Con nios delante. Siempre aplaudir a quien pide respeto
, dentro de las muchas formas de respetar y ser respetado que existen en este mundo. Unas son de educacin. Otras, debe ganarla uno con su actitud. Igualmente, con la experiencia que tiene Sergio, lo de entrar al trapo al final puede provocar una doble lectura. Justa o injusta, aunque probable. Que todava est un poco de
prestao
en el Snchez-Pizjun.
No s por qu (o s lo s) quiere demostrar a cada paso, con cada gesto, en cada sonrisa, silbido o bronca, que le duele el Sevilla ms que a nadie
. “Respeta el escudo!”. Soy de los que piensan (y saben) que es sevillista de cuna. De corazn. Que le duele a rabiar.
Lo que no debe olvidar Sergio que ese sentimiento es exactamente igual que el de todos los que ayer se mojaron en la grada para ver el espectculo dantesco
que ofrece, semana a semana, un equipo con todos los sntomas de marcharse a Segunda. Que si l ha dormido mal esta noche, habr otro sevillista que ni haya pegado ojo.
No vale creerse ms que nadie. Porque no lo es
. Sergio Ramos vino a sacarse una espina de juventud y puede terminar clavndose otra ms profunda. Era de los que pensaba que poda darle un salto cualitativo a la debilitada defensa nervionense, cuando ya a inicios de septiembre el parte de los eternos lesionados comenzaba a asustar.
Y que con su carcter ganador tambin impulsara al equipo. Nada ms lejos de la realidad. Se ha acomodado a una defensa de cinco donde no tiene que correr a campo abierto y ni por acumulacin es capaz de liderar una defensa
a la que le rematan jugadores solos en centros laterales. Dos buenos del Athletic, dos goles. Dnde estaban los centrales? Pues eso. Reclamar respeto me parece perfecto. Sergio y cualquier jugador o persona a la que se le insulte. Aunque tambin
habra que respetarse a uno mismo y el escudo que defiende. No bajar los brazos a cada golpe. Como aceptando una realidad imparable
, contra la que no se puede pelear, pisoteando el
nunca se rinde
sin disimulo. Los principales responsables de cada derrota son los jugadores. Ni uno da el nivel. Y eso canta tela.
Porque el Sevilla va caminito del descenso a Segunda con paso firme. Es indudable. Algunos piensan que reaccionar como el pasado ao.
Que los jugadores no faltarn el respeto a sus enormes nminas y sacarn este pleito adelante. Como si ahora Januzaj dejara de arrastrase por la hierba como por arte de magia
, mientras se mete dos kilos limpios en el bolsillo. Quique haba llegado para cambiar una dinmica autodestructiva. La desunin impulsada desde el palco se est tragando al Sevilla. Jugar en el Snchez-Pizjun e ha convertido en un suplicio para los locales, sabiendo que su aficin est que trina y salta a la mnima. Comprensible. Y peligroso. Recuerdo partidos del pasado curso ante Cdiz o Almera.
El Sevilla estaba con el agua al cuello. Y sac adelante esas victorias con sangre, sudor y alguna que otra lgrima
. Bajar supondra la ruina. Pocos parecen advertir lo que puede suceder con una empresa con los nmeros de la nervionense. Mucho cuidado. Ya se han gastado casi todas las balas en el banquillo y ahora toca esperar
que Quique deje de ser autocomplaciente con sus pupilos y les imponga algo ms osado
. Est bien protegerse fuera de casa y jugar como ante el Granada. O incluso e Atltico, aunque siempre mejor con algn jugador con el oficio de meter goles, por difcil que parezca. Sin embargo, en Nervin el equipo necesita proponer algo ms.
Cargar el rea rival aunque sea por desgaste. Con energa. Con once Kike Salas, el Sevilla habra competido mucho mejor.
El canterano no es el ms dotado tcnicamente, pero a fuerza y corazn no le ganaba anoche nadie. Se morda la lengua de impotencia y rabia.
No gritaba ni peda salir en la foto
. Quera ganar. Pelear. Por el Sevilla. Por su Sevilla. Eso s es respetar la camiseta, el escudo y a la grada.
Que a los veteranos que tardan cinco minutos en cambiarse, con el enfadito de nios mimados por la suplencia, se le est apuntando la matrcula.
Ya est bien de ir con la ojana como bandera. Eso tambin es respeto, o faltar al mismo. El sevillismo perdona, pero no olvida.
Por eso Ramos ser respetado, como bien solicita, pero nunca tendr la grada a sus pies
. Te perdono porque defiendes mi camiseta, pero las afrentas del pasado quedaron guardadas en la retina. La memoria es muchas veces electiva, pero no engaa. Somos un resumen de nuestras acciones vitales. Creo en la redencin (soy del Lunes Santo), como dice Quique. Pero hay que ganrsela tambin. Da a da. Hecho a hecho. Las palabras se las lleva el viento.
Haba que terminar esta columna con
la mayor falta de respeto que se vivi en el Ramn Snchez-Pizjun
. Esas que no puedo llegar a entender en un club que siempre ha mimado cada detalle. Que hace galas magnficas para honrar su pasado. Que no olvida a las personas que le dieron gloria.
Era la oportunidad ideal para demostrar que el cambio de presidencia traa realmente nuevos aires, nuevo sello, como asegur Del Nido Carrasco
. No esconderse, como en los ltimos tiempos. Dejar a Fernando recogiendo de la hierba el cuadro donde estaba enmarcada su camiseta totalmente solo, bajo la inclemente lluvia, fue el primer gol que encaj el Sevilla.
Una leyenda abandonada a su suerte de homenaje fro.
Los compaeros no tenan ms remedio que estar en el terreno de juego, pero el club hizo mutis por el foro para no salir en la foto y
ahorrarse una pitada. Qu ms da
. Si no era antes iba a ser despus. Convencido de que la excusa que se pondr es no deslucir el homenaje a Fernando, cuando era lo contrario. Ir de su mano hubiese acallado las crticas, por respeto a una figura tan importante en la historia reciente del Sevilla. Adems, era una
oportunidad perfecta de mostrar la categora que siempre debe llevar a gala cualquier representante del club de Nervin
. Sean cuales sean las circunstancias. Ensear que no existe temor y s respeto; que el sevillista tiene un capitn para su barco y no grumetes que se dejan hundir en la tormenta; que el pacto por la pasta no es un documento sellado para esquilmar al club y mandarlo a Segunda. Un solo gesto. Qu importancia tiene, narices. Y ni eso se ve cuando se camina con la venda del que dirn en los ojos.
Al Sevilla lo estn abandonando a su suerte. Te han perdido el respeto los rivales y el colectivo arbitral
. En la segunda vuelta slo puede rescatarlo su gente. Que el Snchez-Pizjun sea capaz de levantar a este muerto. Por respeto a todos aquellos que alguna vez pusieron su grano de arena por hacer al Sevilla grande. Gnate el respeto y despus podrs reclamarlo.
El Sevilla se lo merece. Que el vestuario se grabe a fuego esta palabra que parece haber olvidado.
