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José Mourinho acabó el partido contra la Atalanta completamente desquiciado. El técnico de la Roma no estuvo nada de acuerdo con muchas de las decisiones tomadas por el árbitro Gianluca Aureliano. El partido, que acabó con empate a un gol en el marcador, finalizó antes de tiempo para un Mourinho que se fue a la calle en el descuento.
Esta es la séptima tarjeta roja que ve José Mourinho desde su regreso a la Serie A, aunque en esta ocasión fue provocada por una doble amarilla debido a sus reiteradas protestas. Lo curioso es que parece que la afición de la Roma estaba bastante de acuerdo con la actitud de su entrenador, ya que, como se puede escuchar en el vídeo, cuando lo expulsan, corean su nombre.
La Roma, que no pasa por su mejor momento, está octava en la Liga a 19 puntos del líder y a 4 de la Fiorentina, que va cuarta.
Mourinho se lamenta durante el partido.LaPresse
Un empate que no sirve a nadie
Con el cuarto puesto y la Champions como objetivo para ambos, era un duelo crucial para recortarle puntos a una Fiorentina que venía de perder. Y ambos lo dejaron todo en el terreno de juego. Tanto que el empate fue el resultado final: 1-1 con goles de Koopmeiners y Dybala.
