Mientras nos sentamos la noche de Reyes a desenvolver a Arda Gler, Ancelotti nos miraba desde la banda con actitud paternal. l haba envuelto el regalo, l conoca lo que haba dentro y saba que nos iba a gustar. Seguro que cuando el chaval estrell el baln en la cruceta o cuando dejaba algn destello que provocaba admiracin, Carlo miraba de reojo a la grada con media sonrisa como diciend
o: “
Tanto Scalextric, Scalextric… si saba yo que os iba a gustar esto
“.
Ancelotti sabe mucho. Sabe ms que todos nosotros.
Nos ha pasado con Camavinga y con Tchouamni antes que con Gler
. No entendimos por qu no jugaban, por qu no tenan minutos, por qu tena oportunidades de sacarles y las desaprovechaba. Y ahora no es que sean indiscutibles,
es que van a presentar las prximas diez equipaciones del Madrid
. Lo lgico es que Arda siga sus pasos, empiece a entrar en el equipo y se asiente.
Hasta ayer decamos que el turco era bueno. Ahora lo sabemos. La mejor definicin es de Miguel ngel Lara: “Entiende de qu va el juego”. En Aranda demostr, entre bonitos detalles tcnicos, que tiene carcter. Vio una falta al borde del rea y le dijo a Ceballos
que vale, que te la han hecho a ti, pero esta la tiro yo que la voy a clavar
. Y casi la clava.
Lo que hay que pedirle ahora a Ancelotti es que no lo guarde en un cajn.
Que nos deje jugar con Arda. Que queremos verlo
. Que no sea tacao y entienda que hay una doble necesidad que cubrir. El turco necesita minutos y nosotros queremos que los tenga. Si ahora que lo hemos probado nos lo prohbe,
qu sentido tendra?