EspnNcaa
Apenas 453 minutos de juego le han bastado aOscar Bobb (Oslo, 2003)para convertirse en la revelación del Manchester City. El noruego, que venía de ser elegido ‘Mejor Jugador de la Academia’ en las dos últimas temporadas, rubricó la victoria ante el Newcastle (2-3)en el 91′ con un golazo de bandera: recibió de De Bruyne, eludió la salida de Dúbravka cambiándose la pelota de izquierda a derecha y marcó a placer.
“Txiki [Begiristain] me dijo al final de la temporada pasada que era el mejor jugador del reserva y yo le contesté que se vendría a la gira por Japón. Inmediatamente Oscar consiguió algo más importante que depender del entrenador: ganarse la confianza de sus compañeros. El mayor éxito es que el resto del grupo sienta: ‘Éste jugador puede jugar con nosotros”, asegura Pep Guardiola.
Oscar consiguió algo más importante que depender del entrenador: ganarse la confianza de sus compañeros
“Si decide quedarse, tendremos un jugador para muchos años”
Bobb, ya había marcado en Champions contra el Estrella Roja (2-3), saltó al campo en el 82′, con 2-2, ante el Newcastle y tuvo un “impacto inmediato” en palabras de Guardiola: “Necesitábamos un jugador para espacios pequeños. Oscar puede jugar en cinco posiciones: delantero, extremo derecho, izquierdo… Es muy dinámico y tiene una ética de trabajo increíble. Si decide quedarse, tendremos un jugador para muchos, muchos años”.
Gol de Bobb (0-2) en el Estrella Roja 2-3 Manchester City
Así se frustró su fichaje por el Oporto
Lo que mucha gente no sabe es que Bobb estaba destinado a jugar en el Oporto. Los ‘dragones’, tal y como recuenta ‘Tribuna Expresso’, le descubrieron en un torneo de fútbol disputado en el Algarve en 2013.¡¡¡Tenía sólo 9 años!!!
De inmediato comenzaron los contactos con su familia. El Oporto comenzó a sufragar los viajes de Bobb para que conociera el club y su madre, Turid Gunnes, actriz de profesión, se mudó a Portugal en 2015 -el jugado tenía 12 años- alegando “motivos relacionados” con su “actividad profesional”.
El movimiento, como más tarde desveló ‘Football Leaks’, despertó las sospechas de la FIFA, que sólo permite la transferencia de jugadores comunitarios menores de 16 años cuando sus progenitores emigran por motivos ajenos al fútbol. Dicho de otra forma: el club que los acoge no puede crear las condiciones para que su familia se establezca en el país.
Y el Oporto, según la FIFA, lo hizo. De ahí que, finalmente, en 2016, decidiera no autorizar la inscripción de Bobb como “deportista federado”. Los ‘dragones’ trataron de retenerle a toda cosa. En 2017 pasó a jugar en la escuela Hernani Gonçalves, con sede en Oporto, pero la FIFA denegó nuevamente el certificado de transferencia internacional al entender que se trataba de un ‘club-puente’ para acabar recalando en los ‘dragones’.
Tanto se torció la cosa que Bobb, canterano del Lyn, acabó regresando a Noruega para jugar en el Valerenga y, ya en el verano de 2019, dar el salto al Manchester City. Lo que pudo ser… y no fue.
