Quien haya nacido a partir de 1990 y no tenga curiosidad por olfatear la historia futbolera se sorprender por la pelcula de terror que el Madrid tena acostumbrados a sus aficionados ochenteros. Si en el sorteo tocaba un alemn se daba por descontada una goleada en su campo. Perder por dos de diferencia era una proeza. Ya se ha comentado mucho sobre las mgicas noches europeas del Madrid en
el Bernabu; menos de las catastrficas veladas blancas en Alemania.
Daba igual si el rival era duro, de mitad de tabla o desconocido, viajar a esa tierra era un dolor de muelas.
El
dentista
del Hamburgo fue el gigante Hrubesch -ahora es seleccionador de ftbol femenino de su pas-, que en un remate de cabeza meti de una tacada en la portera a dos defensas (Benito y Prez Garca) y al portero del Madrid (Garca Remn). Cinco a uno en 1980.
Solo dos aos despus el Kaiserslautern, que era un desconocido por aquel entonces,
destroz con otra manita a un Madrid que acababa de ser subcampen de Europa y acab con ocho jugadores el partido. Cinco a cero.
En mitad de la dcada toc el Borussia Monchengladbach
, y la visita a su nevado estadio acab con otro contundente resultado. Cinco a uno en Copa de la UEFA ante el intratable Madrid de la Quinta, que al ao siguiente en Copa de Europa fue arrasado en Mnich, contra el Bayern. Cuatro a uno.
Fuera de esta dcada los fantasmas alemanes reaparecieron dos veces, el Dortmund de Lewandowski
, quien marc los cuatro goles de su equipo en las semis de 2013. Y, por ltimo, camino de la final de Milan-2016 el Madrid cay por dos cero ante el Wolsfburgo. Ese resultado que en los ochenta era una proeza.