Las cosas de Luis, nuestras cosas

Pasan los aos. Seguirn pasando, pero el legado est ah. La huella de alguien que nos cambi a todos. Hoy se cumplen 10 sin Luis Aragons. El recuerdo sigue intacto. Como lo es desde el primer momento y lo ser siempre. Para nosotros, y s que no soy original ni el primero en decirlo, Luis fue, es y ser mucho ms que un entrenador. Su figura en nuestras vidas se acerca mucho ms a la de un padre que a la de un tcnico. Nos dej muchas cosas. Unas las vio todo el mundo. Las que se reconocen en la forma de jugar, de convivir, de construir un grupo que se hizo fuerte y seguro de s mismo cuando pareca imposible. Ah estn los partidos, los entrenamientos, esas charlas que se han visto y dado la vuelta al mundo. Y muchas ms que no se han visto, porque las hubo en momentos en los que no ganamos y fueron igual de impactantes y decisivas para nosotros.

Pero hay ms cosas que nos dej Luis. Enseanzas que nos valieron entonces, nos han valido cuando dejamos de jugar y estoy seguro de que nos van a valer en nuestro presente y futuro. Porque era mucho ms que un entrenador de ftbol. Lo de Sabio no era solo por el libreto con el que era capaz de entender cada momento del juego. No, iba mucho ms all. Son enseanzas que quedan dentro de nosotros. Vivencias, charlas, consejos. Un gesto, una mirada. Situaciones que cuando sucedieron lo mismo no las entendimos en toda su grandeza, pero que luego el tiempo nos record para que las pusiramos en su sitio y diramos valor a lo que Luis nos quera transmitir. Lo que intentaba que quedara dentro de nosotros mucho ms all de un remate, un esquema o cmo ganar. En la vida.

Por eso, mi agradecimiento siempre ser eterno, como creo que lo es el de todos los que vivimos cerca de Luis aquellos aos que cambiaron nuestro ftbol. Le recordar siempre con una sonrisa, con un gracias inmortal. All donde se encuentre, seguro que est feliz. Por lo que fue, el mejor entrenador espaol de la historia; por lo que gan y por cmo lo logro. Porque no invent esa manera de jugar, pero s crey en ella como nadie lo haba hecho y consigui que todos creyramos en esa idea. Todos.

Y porque nos dej cosas a los que estuvimos cerca de l tan vivas que da igual que pasen 10, 20 o 30 aos: siempre sern las cosas de Luis. Nuestras cosas.