EspnNcaa
El protagonista de esta historia ha sacado el mejor lado del voleibol argentino que ha terminado trascendiendo a todos los medios del pas. Cmo un grupo de adolescentes e incluso un medallista olmpico han demostrado que en la vida como en el deporte no todo est perdido. Un hecho negativo y habitual en un pas como Argentina que ha tenido una reaccin inesperada dejando un mensaje de esperanza.
La historia del robo a Thiago
Todo empieza con Thiago, un adolescente que juega al voleibol en la localidad de Ferro con un grupo excepcional de jvenes deportistas. Con el objetivo de ayudar a su familia, el chico trabaja en una heladera desde hace unos meses. Un ingreso econmico que tambin le haba alcanzado para comprarse unas zapatillas bsicas para poder seguir disfrutando de su pasin por el vley.
Fue en un desplazamiento cuando estaba yendo a su puesto de trabajo cuando en la parada del autobs iba a verse sorprendido. Unos delincuentes le estaban atracando y le demandaban que le diera todas sus posesiones de la mochila que portaba encima entre las que estaban sus valiosas zapatillas que tanto esfuerzo le haba costado tener. Adems de otros elementos como ropa, auriculares… y de lo que no dejaron nada al jven.
La reaccin del medallista olmpico Ezequiel Palacios
Normalmente estos hechos bandlicos no suelen tener muchas reacciones, terminan quedando en nada y con el infortunado protagonista sin sus posesiones robadas. Aunque este no iba a ser el caso. Fernanda, la madre de Thiago y de sus otros tres hermanos menores de edad, habl con los contactos de WhatsApp de su hijo para evitar cualquier posibilidad de estafa desde el mvil robado de su hijo. Mientras tanto, sus compaeros, sin que l lo supiera, se pusieron a hacer una recolecta para tratar de comprarle unas nuevas zapatillas.
Pedro, jugador de uno de los equipos rivales de Tiago, le cont lo sucedido a su padre, el voleibolista Santiago Darraidou, exjugador de la seleccin argentina de voleibol, olmpico y mundialista quien se puso en contacto con la madre del protagonista de esta historia. Aunque no fue la nica llamada que hizo, ya que tambin se puso en contacto con Ezequiel Palacios, uno de los jugadores de la Argentina que fue bronce en Tokio 2020. El jugador desde Montpellier, donde juega esta temporada, decidi comprarle unas zapatillas y hacrselas llegar.
Ezequiel Palacios sacando en salto durante un partido en Tokio 2020
Un final feliz para Thiago
Pedro Darraidou haba estado informando de todo a los integrantes del equipo de Ferro. Y ya en el entrenamiento del lunes, sus compaeros con la ayuda del entrenador se citaron un poco antes de lo habitual, donde tambin acudi Thiago. Fue en ese momento cuando le dieron una bolsa que contena las bonitas zapatillas que segundos ms tarde descubrira y que no tard en estrenar. “No lo puedo creer”, deca el jven mientras se llevaba las manos a la cabeza. Una historia que acab con el nombre del chico coreado por sus compaeros y una sonrisa del joven voleibolista.
