Lagos es una ciudad costera del sur de Portugal enclavada en la zona del Algarve que vive, principalmente, del turismo. Los meses de verano son un hervidero de gente de diferentes países, sobre todo españoles y británicos. Pero en noviembre la cosa cambia. Se convierte en un lugar mucho más tranquilo, aunque su buen clima y sus playas consiguen retener a pequeños grupos de turistas.
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