EspnNcaa
De todas las maneras de abandonar el Bara, Xavi ha elegido la ms compleja. Poda haber dimitido, como toda la vida, o aguantar en silencio el dolor de hemorroides y marcharse a final de temporada. Ha hecho las dos cosas a la vez: dimitir y aguantar con un dolor que no le va a dejar sentarse en el banquillo. La decisin es tan retorcida como su periplo. Hemos asistido a la puesta en escena de un
tcnico histrico, incapaz de aguantar la presin
, con una cierta mana persecutoria, pendiente de si la prensa le daba o le dejaba de dar, un permanente echar las culpas al empedrado y, lo peor de todo, incapaz de poner en marcha lo que prometi.
El Bara gan la Liga con un estilo contracultural, con un juego de los que echaba para atrs al Xavi futbolista
, que vea como un sacrilegio la organizacin defensiva y el contragolpe. Esta temporada, no ha conseguido ninguna de las dos cosas. Ni defender -el Bara es el coladero de Europa-
ni acercarse a los postulados del buen juego que l mismo ejecut en el verde: los partidos del Bara dan pena
.
Desde el principio se vio que a Xavi se le iba la fuerza por la boca, que se le estaba desinflando el globo. El episodio de la lista que le hicieron Deco y Laporta en la Champions fue la puntilla.
El Bara se qued sin entrenador ese mismo da. Y a Xavi ahora le espera un calvario
. Es posible que no cumpla estos cinco meses de prrroga. Su presencia y un cono en el banquillo es lo mismo.
Lo nico que puede conseguir es que el club y l se hagan ms dao
.
XAVI COMO SNTOMA
Pero Xavi es slo un sntoma de lo que le pasa al Bara.
Llama la atencin la parlisis social en torno al club
. Tal vez haya llegado la hora de librarse de laportas, bartomeus y similares para siempre.
Han hundido al club econmica y reputacionalmente
. La sequa deportiva viene ahora, una vez dilapidada la era Messi y sin capacidad para ejecutar una buena transicin.
Desde que estall el caso Negreira, Laporta, cooperante principal, no poda seguir en el club ni un minuto ms
. Lejos de eso, hemos asistido a un espectculo de bravuconadas y de decisiones peligrosas que han ido minando an ms a la entidad.
El entorno del Bara son ahora unos cuantos conocidos
del presidente, ms Deco, que viene de una agencia de representacin, Jorge Mendes, que tiene una sucursal en el club, personajes tan desahogados como Mrquez y algn que otro aprovechado.
Los profesionales de vala, como Mateu Alemany y otros ejecutivos de ese porte, han ido desfilando ante la que se les vena encima
.
Aunque resulte doloroso, tal vez no sea descabellado ir hacia otro modelo de club, hacia un modelo mixto de sociedad annima. Total,
el Bara debe tanto dinero que est en manos de sus acreedores
. Pero urge una gestin profesional y responsable.
Los tiempos del puro y de la corbata en la cabeza
y el gol de Messi han terminado.
