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Asesinato de un periodista | Marca

Esto es por el dinero”. Despus una rfaga de disparos efectuados con una escopeta de perdigones, un hombre en el suelo herido de muerte en el pecho y un Seat 1430 matrcula M-7977-AF de color blanco huyendo a toda velocidad. En su interior, dos personas. Es todo lo que la Polica pudo reconstruir del asesinato de Paulino Martn Garca, ocurrido el 11 de agosto de 1977 en plena calle, en la madrilea Avenida del Mediterrneo. Recogida con vida, la vctima fue trasladada a la Residencia Francisco Franco, hoy Hospital Gregorio Maran. All no se pudo hacer ms que certificar su fallecimiento, lo que firm el forense Luis Mara Muoz Tuero.

Pasaron los das, las semanas, los meses y los aos y nada ms se avanz en la investigacin de un crimen que sacudi a la prensa espaola, a todo el pas, porque Paulino Martn era un histrico de la periodismo deportivo, una institucin en MARCA, donde se jubil de manera voluntaria en enero de 1976. Su trabajo en esta casa haba comenzado el 25 de noviembre de 1942. Su pasin era el hockey patines, cuyos campeonatos de Europa y del mundo cubri desde 1945 hasta su muerte. Era, adems, Secretario General de la Federacin Espaola de Patinaje, de la que formaba parte desde 1944. Y figura clave en el desarrollo de la Asociacin de la Prensa.

El periodista deportivo del Diario Marca saludando desde el autob

El periodista deportivo del Diario Marca saludando desde el autobs de la seleccin espaola de hockey, camino de Oporto/ARCHIVO MARCA

La maana de su muerte, Paulino Martn haba salido tranquilamente de su casa, en el nmero 52 de la Avenida del Mediterrneo. Dijo a los suyos que iba al banco a cambiar un billete de 2.000 pesetas por otros ms pequeos, de 100. Y que despus pasara por el kiosko de siempre, en la plaza del Conde de Casal, a comprar la prensa.

No se supo si oy la advertencia de su asesino, ese “esto es por el dinero” que sirvi de sustento en los primeros pasos policiales. La Primera Brigada de Investigacin recogi el testimonio de varios testigos: un camarero, la dependienta da una panadera, un polica municipal, el trabajador de un concesionario de automviles y un nio de 11 aos llamado

Juan Jos Ruiz, hijo de una periodista de Pueblo y que iba junto a sus dos hermanos pequeos a cortarse el pelo. “Estbamos cruzando el paso de peatones nosotros tres, el periodista y un seora. Salimos corriendo al sentir el tiro y me salpic la sangre”, cont el chaval.

El Seat 1430 fue localizado horas despus en el barrio de Moratalaz, en la calle Hacienda de Pavones. Tena el puente hecho y se identific con la denuncia realizada la tarde anterior por una mujer que aseguraba que su coche haba sido robado tras haberlo dejado aparcado en la calle Isaac Peral. Quedaban anulada las versiones de quienes dijeron que el modelo era un 124 o un 127 de color amarillo. El enredo era sobre el modelo, sobre si el agresor actu solo, con un ayudante, con dos, si huyeron los asesinos hacia la carretera de Valencia o en otra direccin…

En el coche, se encontraron huellas en la zona del tringulo de la ventana roto para abrir la puerta, pero como nunca se detuvo a nadie por el caso no hubo oportunidad de compararlas.

Las teoras sobre los motivos del asesinato se sucedieron. Alguno de los testigos asegur que un hombre apostado en una esquina haba indicado con un peridico al asesino quin era la vctima. La Polica descart tal camino al no encontrar bases para sustentarlo.

Otra va que se abri fue la posibilidad de que se tratase de un atentado de los GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), muy activos ese ao y con una slida infraestructura en esa zona de la capital de Espaa. El ao en el que los GRAPO causaron ms muertes fue 1979 (31), seguido por 1977 (9).

Esa teora se basaba en dos caminos. El primero que Paulino hubiese sido confundido con su hermano Jess, comisario de Polica destinado en Barcelona; el otro, que la confusin hubiese sido con Antonio Trivio, un comisario jubilado residente en la misma zona. Las dos, con el paso del tiempo, quedaron descartadas por mucho que alguno de los testigos asegurase en la ronda de fotografas que uno de los ocupantes del coche se pareca a un integrante de los comandos de los GRAPO.

Por mucho que hubiera gente en la cpula policial que insistiera en la tesis del terrorismo, los investigadores centraron sus esfuerzos en la cuestin econmica y la frase previa a los disparos: “Esto es por el dinero”. Se estudiaron las cuentas y patrimonio del periodista sin hallarse nada llamativo. A lo ms que lleg fue a un trabajador de la Federacin de Patinaje despedido meses antes acusado de apropiarse de 27.000 pesetas. La Federacin no denunci y esa va tampoco aport luz alguna al asesinato.

El caso fue cayendo en una nebulosa de teoras que se desmontaban con facilidad. Nunca se supo quin y por qu mat a Paulino Martn Garca cuando tena 65 aos.

Griffa, paseando por la Gran V

Griffa, paseando por la Gran Va a su llegada a Madrid, al lado del redactor del Diario Marca/ARCHIVO MARCA

Un todoterreno

Velado en el nmero 39 en la calle Galileo y enterrado menos de 48 horas despus de su muerte en el cementerio de la Almudena, Paulino Martn fue despedido con consternacin en el mundo de la prensa deportiva. Su viuda, Mara Rodrguez, encabez el sepelio y las muestras de cario y dolor llegaron de todas partes del mundo del deporte. El hijo mayor de la vctima explic el estupor de la familia por el asesinato, pues su padre no haba recibido ninguna amenaza ni tena deudas de ningn tipo, algo que la investigacin dej patente. “No entendemos nada”, dijo Jos Antonio Martn, “mi padre no tuvo nada nunca que ver con el mundo de la poltica ni de las finanzas. Solo le interesaba el deporte”.

Paulino Martn fue un todo terreno del periodismo deportivo en MARCA. El hockey patines fue su debilidad, su punto fuerte, su pasin. Pero no solo. En el verano de 1957 fue a quien Santiago Bernabu le cont en la sede del Real Madrid, en la calle Valenzuela, que Villalonga no aceptaba renovar y que, por tanto, el entrenador de las dos primeras Copas de Europa dejaba el club. l fue quien se llev a Griffa, fallecido esta semana, a pasear por la Gran Va poco despus de haber aterrizado en Madrid en 1959 para jugar en el Atltico. O que el club rojiblanco revitalizaba el hockey hielo en Espaa creando una seccin en su entidad. No haba deporte que no tocara: ftbol, hockey, los de motor, ajedrez, balonmano…

Natural de Salamanca (19-8-1912), al acabar la Guerra Civil dej su tierra para instalarse en Madrid. Cuando MARCA naci, Paulino Martn ya formaba parte de la plantilla. El 18 de febrero de 1976, mes y medio despus de jubilarse, recibi un homenaje de sus compaeros de redaccin, que le entregaron una bandeja firmada por todos ellos.

A la redaccin de MARCA lleg un telegrama de psame de la Casa Real: “Sus Majestades los Reyes me encargan haga llegar su ms carioso y sentido psame a la familia del periodista don Paulino Martn Garca. Saldales. Firmado: el marqus de Mondjar, jefe de la Casa Real de Sus Majestades los Reyes”.

Desde Mosc, Juan Antonio Samaranch, entonces embajador en la Unin Sovitica, envi una corona en recuerdo de su amigo.

El 11 de agosto de 1997 prescribi el asesinato de Paulino Martn Garca. Un asesinato sin resolver en la historia de Espaa.




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