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“No s cmo hubiera sido mi vida si me hubiera quedado en Mali, sinceramente. Lo que s s es que no estara haciendo atletismo o no hubiera estudiado porque ser albina me hubiera cerrado muchsimas puertas y el ser mujer, tambin. All las mujeres apenas tienen derechos. Creo que no hubiera tenido vida siquiera”, reflexiona Adiaratou Iglesias en el mdulo de atletismo del CAR de Madrid, donde se entrena seis das a la semana y donde recibe a MARCA en un hueco que ha hecho en plena poca de exmenes. Estudia Magisterio Infantil. La velocista -campeona paralmpica, mundial y europea- lleg hace 14 aos a Espaa. Entonces tena 11 aos y no saba escribir ni tampoco nuestro idioma. Antes de huir de su pas, sus padres le ensearon a memorizar cmo se escriba su nombre.
Porque por su seguridad, tuvieron que enviarla a ms de 5.000 kilmetros de Bamako, su cuidad natal. “En frica persiguen a los albinos, lo cual me restringa salir por muchas partes. Slo estaba por mi barrio y con mis hermanos y primos jugando. Pese a todo, recuerdo una infancia feliz porque mis padres me queran a pesar de ser diferente”, dice con orgullo.
Si me hubiera quedado en Mali no tendra vida siquiera
En Mali, Adi se senta distinta en un mundo de raza negra. “Era la nica blanca de mi familia por el albinismo y cuando vi a esas chicas corriendo en el anuncio de televisin me sent identificada con ellas”, recuerda. Tena 7 u 8 aos y como en su casa no tenan tele iban a la de un vecino. Un da, mientras vean una telenovela en la publicidad aparecieron las mujeres de las que habla haciendo una salida de tacos. “Entonces supe que quera hacer eso”, dice convencida. No saba ni que aquel deporte se llama atletismo. Y a partir de ese da le peda a su madre que le calculase los tiempos. “Siempre me deca dos minutos o tres y yo me lo me lo tragaba”, aade.
La nica blanca en su familia
Tras pasar una temporada con unos familiares en Logroo y despus en un Centro de Menores, la adopt Lina Iglesias, una profesora gallega que desde el principio le ense a valorarse y a ser consciente de todas sus capacidades, que son muchas. “Ser diferente no es malo, es algo bueno. Siempre me lo ha dicho mi madre Lina, pero en ese momento no lo entenda. En la adolescencia el deporte me ayud porque era una persona muy tmida. No me gustaba en competir en top y bragas, me costaba mucho”, reconoce. An hoy, con un cuerpo que parece esculpido con un cincel, sigue conservando cierto grado de timidez frente a las cmaras de nuestro fotgrafo.
Ser diferente no es malo
Tambin le da pudor hablar de su excelso curriculum deportivo. “Bimedallista en Juegos”, dice con humildad a modo de resumen. Pero Iglesias es mucho ms que su oro en 100 metros T13 y su plata en 400 en Tokio 2020. Tambin es campeona mundial de 200 y bicampeona europea de 100, entre otros muchos logros. Y una de las atletas que est en todas las quinielas de medalla en los Juegos Paralmpicos de Pars este verano.
Iglesias, que ve slo un 20% con la ayuda de las gafas debido al albinismo culo-cutneo, jams so siquiera con llegar tan lejos. “No me imaginaba hasta dnde iba a llegar, ni siquiera saba lo que era el mundo del deporte paralmpico. Empec en un club en el que no saban lo que era tener a una persona con discapacidad, pero es verdad que mi madre adoptiva Lina, desde el primer da que me conoci y le expliqu que me gustaba el atletismo, me dijo en llegara a ser campeona paralmpica”, rememora sonriendo.
Y as fue en 2021, aunque Lina lo tuvo que ver por la tele junto al resto de su familia ya que los Juegos fueron sin pblico a causa del Covid. En Pars s estar. “Me hace mucha ilusin, es como si fuera a mis primeros Juegos. Yo, al menos, lo vivo as. Que venga mi familia lo cambia todo“, reconoce. Lo que no cambia es su objetivo. Competir en 100 y 400 metros de nuevo. “Quiero volver a conseguir los resultados de Tokio o mejores. Al menos esa es la intencin”, aade sonriendo.
Tiene un 20% de visin
De aqu a los Juegos no le quedan muchas competiciones, pero su objetivo ms inmediato es lograr la mnima para competir en el Campeonato de Espaa absoluto con atletas sin discapacidad ahora en junio. No es la primera vez. “Estoy acostumbrada a competir con ellas porque empec en un club en el que no haba ninguna persona con discapacidad. No poda ir a la velocidad que va una persona cuando ve pero me acostumbr a competir en los dos mundos y hacerlo con gente sin discapacidad me hace mejorar mis marcas“, explica.
A partir de los tres metros dejo de ver completamente
Tambin se ha acostumbrado a correr sin ver las lneas del tartn. “Al principio tena que memorizar mucho las cosas y alguien se tena que poner cerca de la meta para avisarme cuando me acercaba. Con los aos y como todas las pistas son iguales no necesito tanta ayuda. Pero s que sigo poniendo, por ejemplo, en los entrenamientos vallas de colores llamativos para mi vista. A partir de los tres metros dejo de ver totalmente“, reconoce.
Y deja una reflexin. “El atletismo para m significa el lugar donde me siento libre, donde me siento que no dependo de nadie. Es el lugar donde da igual que yo tenga un problema o est enfadada, es donde me despejo, donde realmente me olvido de todo. Para m significa mucho ms que libertad”, dice.
