EspnNcaa
Adelanta la cita con Primera Plana por una cita familiar: “Yo estuve diez meses caminando y 15 en la crcel. En dos aos no he visto a mis sobrinos. En el aeropuerto estaba mi sobrina con los brazos abiertos enfrente de m, pas la mirada y no la reconoc. La persona que me quiere no me va a tener en cuenta eso, porque sabe que vengo de donde vengo. Hoy voy a comer con ellos”. Santiago Snchez, libre por fin tras su odisea iran, busca un sitio en el que sentirse a gusto para conversar.
Pregunta. Qu ha recuperado en estos dos das?
Respuesta. La comida, los olores, las pequeas cosas… Hay muchas que no se pueden ver, que no se aprecian pero estn ah. Cualquier cosa por pequea que sea te puede llenar el alma: un abrazo, un guio… Estoy asentndome, pero mi mente sigue all. Miro el reloj y digo: “Ahora qu estara yo haciendo? Tomando el te? Las clases de espaol? Jugando al ajedrez?” Mi cuerpo est aqu contigo, pero parte de mi mente est all. Va a ser difcil. A lo mejor tengo que ponerme en manos de algn profesional. Ya veremos…
P. El recibimiento en el aeropuerto fue increble.
R. La verdad es que me avisaron: “T no sabes la que est liada”. Y s que estaba liada, s. La Guardia Civil me dijo que me tenan que sacar por la puerta de atrs, pero all estaba todo el mogolln.
Estoy asentndome, pero mi mente sigue en la prisin; va a ser difcil y a lo mejor tengo que ponerme en manos de algn profesional
P. Su aventura pasaba por llegar andando hasta Qatar, para asistir al Mundial de 2022. Lleg a enterarse del campeonato?
R. Me detuvieron el 2 de octubre. Pas 42 das total y absolutamente incomunicado en una celda. Yo preguntaba, porque crea que an iba a llegar al Mundial: “Cuando salga me dejis ir?” En fin… Vi unos partidos cuando me trasladaron a otra seccin, pero el final tampoco lo pude ver. En el primero que presenci esperaba una pancarta, unas camisetas, algo… pero nada. Fue como un jarro de agua fra. “Ser posible que nadie sepa nada? Ser posible que lo sepan y no hagan nada?” Crea que me estaba fallando la mente.
P. Durante un tiempo no se supo absolutamente nada de usted…
R. Los servicios secretos me detienen por espionaje y durante las primeras semanas ni embajada ni familia ni nada. Despus dan la noticia. Cuando habl con el embajador me exigieron que fuera la conversacin en ingls; si no, cortaban la llamada. Despus ya hubo informacin. No tengo una gran pena, no me ha hecho dao, pero s me ha afectado. Miraba atrs y deca: “Dnde est mi pas? dnde est mi seleccin? dnde est la humanidad? dnde estis?” Gritaba yo en la celda pequea: Dnde estis? Ayudadme!
P. Celda pequea, dice…
R. Ese horror me lo quedo para m. Tocaba las paredes de la celda con una mano y con la otra. De largo un poco ms, para que cupieran una o dos personas tumbadas en el suelo. Al principio estaba solo, para que no pudiera hablar con nadie ni filtrar informacin si fuera un espa, pero luego he compartido celda con muchas personas.
P. Hasta que llega a Irn atraviesa un montn de pases. Haba toda una trayectoria…
R. No s cuntas fronteras a pie. En Francia organic una reunin en unas playas para recoger plsticos. As era mi viaje, sa era mi misin: mi tiempo y mi energa para los dems, para el que viene por detrs. Cuando dorma en cualquier parte, mi alquiler era mi tiempo. Lo utilizaba para recoger y limpiar el sitio, dejndolo mejor que como lo haba encontrado.
P. Ha cambiado su idea del tiempo?
R. A m Irn me quit la libertad… ofrecindome tiempo a cambio. Un tiempo maravilloso que aqu en Occidente no tenemos y que utilic para hacer un viaje interior. Descubr la llave de la puerta de la felicidad, que se abre hacia dentro. No me haca falta mucho: el olor de un caf, una conversacin sin nada que te despiste, en fin… el tiempo all vala mucho, un da en la celda equivala a cinco fuera.
P. Lo peor era la incertidumbre?
R. Yo a mis padres, cuando llamaba, les deca: “Yo estoy bien. Vosotros no sufris, porque si sufrs es peor para todos. Estoy preparado para estar aqu un mes, dos o diez”. No quera hablar de aos. Pero era sa la incertidumbre: el espionaje es de diez aos a una posible pena de muerte. Entonces yo ya estaba preparado para lo peor.
El deporte dignifica; me encuentro muy bien fsicamente y este domingo voy a jugar con mi equipo: los compaeros han pagado la ficha
P. Hay que hacer ruido?
R. Hay que hacer ruido, pero al parecer no afecta mucho en el sentido de que no hay tiempo. Vamos del punto A al punto B, de casa al trabajo, del trabajo a casa, sof, ftbol, cervezas… yo he estado en esa vida, en la rueda del hmster, y a lo mejor volver a estar, pero creo que hay muchas formas diferentes de apreciar la vida y el tiempo. Es una leccin que me ha dado la ‘universidad’ de Evin. Ahora mismo me considero millonario. Estamos sentados aqu, con piernas, brazos, ojos para mirar… Cuando tienes el valor de mirar a los ojos al silencio, de caminar de la mano con la soledad, creo que empiezas a vivir en paz contigo mismo.
P. Uno puede descubrir personas en la crcel?
R. Puede no, debe. Ah es cuando conoces a la persona, cuando la adversidad aprieta y brindas amor. Lo primero que hay que hacer es estar bien con uno mismo y conocerte t. Ya digo que he aprendido mucho, pero tambin ‘desaprendido’: no me hace falta acumular y tener cosas materiales. La felicidad est dentro: ni la vas a ver en un escaparate ni viene en un cdigo de barras ni te la distribuye Amazon.
P. El deporte siempre ha sido importante para usted…
R. A m la vida me la ha salvado el deporte. Yo por desgracia conoc muchas cosas cuando era joven, entre ellas la droga. Me apunt a boxeo y la disciplina, la rutina, el hecho de tener que ir a entrenar me salvaron la vida. Me pusieron donde me tenan que poner. Me apunt luego a un equipo de ftbol y fue otro peldao ms. Volviendo a la prisin, llegu a ser el jefe de los deportes en la seccin. Estaba mi nombre en la pizarra, cuando alguien quera hacer algo en el patio tena que contar conmigo, pona la red de voleibol todas las maanas, limpiaba aquello de piedras, llamaba a todos los presos uno por uno… el deporte dignifica.
P. En 2019 viaj hasta Arabia por una Supercopa. Siempre hay un trasfondo deportivo…
R. La Supercopa era la excusa. Mi sueo, salir a conocer el mundo. Que no me lo cuenten o verlo en la tele. No mido un viaje en kilmetros o en los sellos que tenga el pasaporte. El viaje es descubrirte, romper esos miedos… qu habr detrs de aquella curva? Se mide en los corazones que has conocido, las semillas que has plantado, las familias que has descubierto… Los retos estn para cumplirlos; las barreras, para romperlas; la frontera ms grande est en la mente y el que quiere, puede. Yo he tenido escozores, me han dolido las piernas, me ha llovido, he tenido hambre… pero se puede. Si pierdes el foco es como pedaler con las ruedas pinchadas.
P. Cmo se encuentra fsicamente?
R. Me encuentro muy bien. Este domingo voy a jugar en mi equipo, el Club Deportivo Valdeavero. Mis compaeros han pagado mi ficha y me voy a hacer hoy el reconocimiento. Me encanta el deporte. Me ha salvado la vida, y cuando he ido a dar charlas a colegios e institutos he dicho que el deporte dignifica, que hay que luchar, que se puede clavar la bandera en la cima. Porque detrs de la nube est el sol y la adversidad aprieta y te lanza mensajes, como el que me ha mandado a m, pero si la recibes con hospitalidad te viene la paz.
A m Irn me quit la libertad… ofrecindome a cambio un tiempo que en Occidente no tenemos y que utilic para hacer un viaje interior
P. Consigue dormir bien?
R. Como he dicho antes, a lo mejor tengo que ir al taller a mirarme la mente. Buscar un psiclogo o un psiquiatra, por si tengo algo. Un amigo me dijo: “A lo mejor esto no te ha trastornado, a lo mejor te ha enderezado y te ha puesto en tu sitio”. Me despierto por las noches. No son pesadillas, pero me pregunto dnde estoy. Vamos a ver ms adelante.
P. “No siento odio”, dice…
R. No tengo odio, porque el odio y el rencor son para dbiles. Lo digo de verdad: que yo doy las gracias. Y el que no lo entienda, a lo mejor es su problema. O a lo mejor tiene que abrir los ojos y despertar. Yo estoy lleno por dentro. No tengo nada, el que me conozca lo sabe, que vivo con la mano abierta, pero estoy lleno. A m me vale una sonrisa.
P. Hubo momentos en los que pensaba que lo iban a liberar y luego no suceda?
R. Ms de 50 veces. Una vez con mi maleta hecha, dej de guardar la fruta, dej de ir al taller de madera, y luego un da, el siguiente… Es una tortura, pero aqu, no. Aqu prefiero hablar de cosas buenas, positivas.
P. Lleg a plantearse por qu a usted?
R. Totalmente. “Por qu a m?” Mi hermano me dijo: “Te ha tocado a ti porque tienes luz, eres un guerrero de la luz. A ti te ha tocado una varita mgica al nacer y eres el indicado”. Karma, carisma, energa, empata… no s. En la crcel tengo una serie de ancdotas y se pueden echar de menos segn qu cosas: cuando me hablaron de una posible libertad le dije al embajador: “No, hoy no me pilla bien porque tengo una clase de espaol con un chico que est condenado a muerte y me ha dicho que quera aprender palabras antes de morir”. Se pueden echar de menos ,s. Espero que se me entienda y que no me ataquen por contarlo.
P. Ha tenido ocasin de conocer la diplomacia, la poltica…
R. Mi abogado: “Dont worry, my friend, your case is about politics”. A lo mejor me debera preocupar por eso, porque si soy inocente y estoy preso es porque hay un tinglado por detrs No lo entiendo. No quiero ni me apetece.
P. Y ahora qu, Santiago?
R. Me est gustando la entrevista. Estoy siendo yo. Me le un libro que era ‘El poder del ahora’. Es un regalo, porque la palabra presente es regalo en ingls. Como he dicho, somos totalmente afortunados. Estamos aqu. Estamos hablando… Ahora? Ahora, a seguir mirndome por dentro, a continuar porque la vida sigue. Aunque me hubieran colgado, la vida seguira. Este sufrimiento y este dolor los quiero utilizar para ayudar a los dems. No s de qu manera, pero para ayudar a los dems. Con mi tiempo, con una sonrisa, con otro proyecto, con otro reto… De verdad que se puede.
P. Su liberacin ha coincidido con el Ao Nuevo. Vida nueva?
R. Yo s quin soy y s a dnde voy. En el calendario hay un cuatro en vez de un tres. No s. Para m todos los das son un regalo. Vamos a ver qu nos viene despus de esta tormenta. Me tiene que venir algo bueno y ya lo es: estoy aqu hablando contigo, compartiendo nuestro tiempo… Por jodido que ests, siempre tendrs algo para darle a los dems. Siempre un guio, una sonrisa, un abrazo, el compartir… Nos hemos vuelto egostas. Nos gusta acumular. Y quin nos ensea a soltar, a desprendernos de algo? Si acumulas, tienes miedo a perderlo. No?
No s cmo explicarlo, pero soy feliz; cuando alguien intenta hacerme dao no guardo odio y adems todo vuelve: lo bueno y lo malo
P. Despus de esta experiencia, cmo define la felicidad?
R. Puf! Si tuviera que decir un sola frase: tengo tanto con tan poco… La felicidad no es un objeto que se pueda pasar de manos. Es muy diferente ser feliz que estar feliz. Entonces la felicidad no hay que perseguirla, no hay que buscarla, porque la tenemos. Vivimos en una sociedad de consumo, en una jungla de hormign donde nos han alejado de la naturaleza, pero estamos aqu tocando la tierra, recibiendo la energa. No s cmo explicarlo, pero hablo como un amigo: yo soy feliz. Cuando alguien intenta hacerme dao no guardo odio, porque a lo mejor no lo ha sabido hacer mejor o a lo mejor soy yo la persona que tiene que arreglar la fractura emocional que tenga para que pueda acumular el amor y drselo a otra persona. Creo que esto es una cadena de favores. Todo vuelve. Lo bueno y lo malo.
P. Es el final o el principio de algo?
R. Bueno, si hay una etapa mala ya la hemos dejado atrs, y si hay otra estar preparado para ella. A lo mejor este sufrimiento es la antesala del despertar. Yo tengo los ojos abiertos. En Oriente Medio he aprendido que la muerte forma parte de la vida y que hay que hablar de palabras. Por ejemplo, hay palabras que aqu se esquivan: crcel, robo, abuso, mentira… Yo todo eso lo he vivido. Drogas! Que no, que no hay que esconder eso. Yo voy a casa de mi hermana y le voy a decir a mis sobrinos que estaba en la crcel y que all haba drogas porque es lo que hay, porque no puedes esconder algo tan normal. No s, nos va a venir algo bueno porque est escrito o porque lo tenemos que escribir nosotros. El domingo juego con mi equipo, me encanta el ftbol, me encanta la vida y vamos adelante. Que se puede, amigos.
